domingo, 6 de octubre de 2013

Bee Movie.

Por recomendación de dos colegas del twitter, este fin de semana he visto Bee Movie... y no me ha defraudado. Es muy, muy surrealista y está plagada de chistes malos.

El abejo malote.
El mensaje de la peli es tope de profundo. El abejo protagonista se rebela contra sus padres y contra la sociedad abejil cuando decide hacer una escapadita al exterior y hablar con la humana que le salvó la vida. Y, ya de paso, se la liga. 

La OTP del siglo.
El caso es que forman una pareja estable y, un día, están haciendo la compra cuando el abejo protagonista ve una estantería llena de botes de miel. El colega se sulfura mazo y decide llegar al fondo del asunto.
Por eso, persigue al camión de reparto y llega a una granja de apicultores.

CABRONES, DEJAD A MIS PRIMOS EN PAZ 
El caso es que el main abejo no se anda con chiquitas y, con la ayuda de su novia, demanda a la compañía esta de la miel al tribunal de los derechos humanos. Lo mejor de todo es que nadie se extraña de que una abeja haya estudiado derecho y represente a todas las abejas del mundo mundial.

Y también demandamos a Sting por cultural appropiation.
El caso es que el abejo protagonista consigue ganar el juicio y el mundo entero tiene que devolverle su miel a las abejas. Las abejas saben de la vida y ven que pueden vivir de las rentas, así que se dedican a zanganear y a tomar el sol todo el maldito día. Y las flores del mundo entero se mueren.

San cargao el ciclo sin fin. Eso les pasa por no ver El Rey León.
La novia del abejo protagonista, que es florista, se queda sin trabajo y hay drama. Pero al final encuentran la solución: ir al concurso de flores de nosedónde, robar las flores y esparcir el polen por todo el mundo. Tá chupao.

o arreglas esto o no hay más bzz bzz bzz ya tú sae
El caso es que el abejo protagonista se mete en la cabina del avión para explicar a los pilotos lo que pasa y los pilotos se cagan del miedo y se desmayan y el abejo ayuda a su novia a pilotar y aterrizar el avión. 

mete la puntita en la flor
Al final la florista y el abejo protagonista montan una floristería/bufete de abogados y son felices para siempre. Eso sí, lo mejor de la peli es que la florista deja a su marido por una abeja.

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